De nuevo un homenaje a "Liberty bar", de Simenon.

Hace ya algunos años, en concreto el 9 de mayo de 2007, nacía Liberty. El nombre era un homenaje a la mejor novela de Simenon sobre Maigret, Liberty bar. Luego, ya casi al final, cambió el nombre por el de JAJA, un personaje entrañable de dicha novela. Y, más tarde, Liberty/JAJA desapareció, era abril del 2009: "Hasta... ¿pronto, nunca, siempre?" se despedía entonces con cierto amargor en el alma: "muchos lectores que tienen otros blogs", muchos escritores que enviaban sus libros, algunas editoriales que también lo hacían (había días en que Liberty recibía más de 100 visitas)... dejaron de existir, ya no enviaban, ya no escribían, ya no existían...

Hoy (noviembre 2012) vuelve, con otra dirección (en-liberty.blogspot.com) pero con el fin de recuperar alguno de los textos que allí se publicaron. Y algunas cosas más. Pero haciendo tabla rasa de aquellos años.

Enrique Bienzobas

El contenido de este blog se ha transferido a la siguiente dirección:

Liberty B:

http://www.liberty-bienzobas.es


martes, 11 de diciembre de 2012

Un tal Maigret


Fotograma de la película “Maigret y los sótanos del Majestic”, 
el actor es Bruno Cremer. Tomado de la página Eurochannel



Tercero

El plácido y grueso policía, que fuma en pipa, que viste un gabán con cuello de terciopelo, que, al principio, se tocaba con un ridículo sombrero tipo bombín. Que le gusta la buena comida y la bebida, aunque nunca se ha emborrachado, al que le gusta pasear por las calles y sentarse en las terrazas de los cafés. Este personaje, lleva una vida privada monótona y tranquila. Cuando llega a casa y busca las llaves su mujer ya le ha abierto la puerta. Una vez a la semana van al cine los dos. Una vez al mes acuden a cenar a casa de su amigo Pardon, el médico que le atiende. Y, ante el horror a los traslados, nunca ha cambiado de piso en el que vive desde que nosotros le conocemos, en un barrio de clase media.
Su mujer "dulce y rolliza, tierna y sencilla, que lo llama respetuosamente Maigret (de tal manera que todo el mundo terminó por olvidar su ridículo nombre, Jules). Mantiene su hogar minuciosamente limpio, le prepara suculentos guisos, le cuida las heridas, jamás se impacienta cuando permanece muchos días fuera de casa, soporta con indulgencia sus altibajos"[1].
Este entrañable personaje tiene una forma de trabajar muy peculiar. Le gusta introducirse en la vida privada del asesino y de las víctimas. Antes que utilizar las armas de la ciencia, que no las rechaza, prefiere husmear como un perro de caza, según nos hace ver Simenon. Para comprender a sus personajes se mete en su piel, se rodea de sus secretos, presta gran importancia al ambiente en el que estos personajes viven. "Cree firmemente que determinado gesto no habría sido el mismo en un ambiente distinto, que un carácter evoluciona de otra manera en cualquier otro barrio"[2].
Maigret se muestra especialmente cruel con los hipócritas, odiando la maldad y siendo bastante indulgente con las faltas originadas por la debilidad. Se rebela contra la sociedad que es capaz de permitir que un joven o una joven vayan por mal camino. Porque, entre otras cosas, los asesinos con los que se enfrenta Maigret son gentes corrientes, "personas como usted y como yo, y que un buen día acaban matando sin estar preparadas para ello"[3]. Por eso se muestra obstinado a la hora de perseguirles. Es capaz de pegarse literalmente al asesino con el fin de esperar pacientemente un error[4].
Pocos de sus "clientes" encarcelados por él le odian. Los más le aprecian. En ese papel en el que él quería estar de joven, el de "reparador de destinos", a veces no duda en ayudar a algunos culpables a escapar de un castigo, sobre todo si éste iba a ser desproporcionado. Policía y médico son casi lo mismo, nos viene a decir. A veces es el confesor de los culpables. Su método es la intuición, el instinto. Y nunca juzga al asesino, se limita a "asumir misteriosamente su fechoría (...). Su sola presencia modifica la tensión de los personajes. Se tranquilizan, se distienden, recuperan su condición de hombres normales"[5].
Maigret es, en suma, la escuela en la que han aprendido otros policías a los que los lectores llevamos en el corazón. Montalbano, Kaménskaya, Brunetti,... ¡Qué mejor orgullo que ser el creador de una estirpe!





[1] "Breve descripción de Maigret redactada por Georges Simenon hacia 1953, dirigida a un productor cinematográfico". Incluida en el número cero de la colección de Maigret de la editorial Tusquets. Barcelona,, 1ª ed. 1994. Pág. 58.

[2] "Breve descripción...". Pág. 59.

[3] En Las memorias de Maigret. Edición citada. Pág. 20.

[4] Casos los hay muchos, pero entre los más famosos figuran El hombre de la calle (en el número cero de la colección Maigret de la editorial Tusquets), Pena de muerte (Narración que se encuentra en Las investigaciones de Maigret. Ed. Luis Caralt, S.A. Barcelona, 1974.

[5] THOMAS NARCEJAC: "La novela policíaca". En La novela criminal. Edición de Román Gubern. Ed. Tusquets. Colección Cuadernos Ínfimos. núm. 10. Barcelona, 2ª ed., 1982. Pág. 65.